Una puerta cortafuegos es una puerta especializada diseñada para resistir la propagación del fuego y el humo durante un período determinado, proporcionando una barrera crucial en caso de incendio. Estas puertas están construidas con materiales que poseen altas propiedades de resistencia al fuego. El núcleo de una puerta cortafuegos puede estar fabricado con diversos materiales, como lana mineral, que ofrece una excelente aislación contra el calor. El marco de la puerta generalmente está hecho de acero o madera resistente al fuego, garantizando integridad estructural durante un incendio. La hoja de la puerta puede estar compuesta por acero, materiales compuestos o vidrio resistente al fuego, dependiendo de los requisitos específicos de la aplicación. Las puertas cortafuegos se clasifican según sus clasificaciones de resistencia al fuego, las cuales se determinan mediante pruebas normalizadas de resistencia al fuego. Estas clasificaciones indican el tiempo que la puerta puede soportar la exposición al fuego sin permitir el paso de llamas o calor excesivo. Las clasificaciones comunes de resistencia al fuego varían desde 20 minutos hasta varias horas. Se instalan en diversas ubicaciones dentro de un edificio, incluyendo escaleras, pasillos y entre diferentes áreas ocupacionales. En edificios de múltiples plantas, las puertas cortafuegos en las escaleras evitan la propagación del fuego y el humo, proporcionando una ruta segura de evacuación para los ocupantes. En entornos industriales, se utilizan para separar áreas con distintos riesgos de incendio, como entre una zona de fabricación y una zona de almacenamiento. Las puertas cortafuegos también suelen incorporar mecanismos de cierre automático y juntas estancas al humo. La característica de cierre automático asegura que la puerta se cierre automáticamente en caso de incendio, incluso si ha quedado abierta. Las juntas estancas al humo impiden el paso del humo, que constituye un peligro importante durante un incendio. La inspección y mantenimiento regulares de las puertas cortafuegos son esenciales para garantizar su correcto funcionamiento. Cualquier daño o desgaste puede comprometer sus capacidades de resistencia al fuego, por lo que es importante solucionar estos problemas de manera inmediata para mantener la seguridad del edificio.